viernes, 28 de mayo de 2021

Los 4 pilares para la elección de una unidad. La hiperrelevancia del coste y su escasa importancia real. Horas bajas para los matarifes.



                El valor de una unidad tiene una importancia relativa en el transcurso de una partida. Es un recurso útil para los fabricantes de listas, que en el transcurso de la partida influye poco.  Hoy nos han confirmado que el genestealer pasa de 15 puntos a 13. El antiguo precio era excesivo y el  nuevo, para las reglas que tenemos los tiranidos , me parece ajustado al alza ( siguen siendo caros).  Ahorrarme 20 puntos en la unidad de 10 o 40 en la de 20 está bien. Si se mantuvieran el resto de los precios de las unidades de la facción. ¿En qué podría invertirlos que me dieran opciones ventajosas que antes no tenía?  Un lictor  o una progenie de enjambres si son 20 , nada destacable si son 10. Me ha sorprendido que ambas opciones son cojonudas, aunque ambas sueles ya llevarlas en cualquier  lista, pudiendo ser un gasto redundante.  Los bichos tenemos muchas tropas y de todos los tamaños. La ingeniería de cifras para no malgastar puntos , es bastante asequible, no como para otros muchos codex.   En general 20 o 40  puntos e incluso 100 no van a mejorar tanto a una facción en el juego.

                Estratégicamente, el valor en puntos de una unidad, es la  tercera o cuarta característica en relevancia, o al menos para mí. Las reglas propias de la unidad y su perfil, creo que tienen preferencia sobre el precio. Recordar que el valor de las cosas, es algo subjetivo. A mí me parece caro pagar 15 o 13 por un genestealer, y sin embargo los uso porque los considero  útiles y fiables. Otros no compartiran mi opinión , puesto que su perfil y capacidades siguen sin estar a la altura de los ejércitos de novena. El follón viene cuando comparar genestealer de flota enjambre, con purestrian genestealer del culto, donde sale a relucir otra característica  significativa. Mientras que el primero tiene más opciones de equipo y disfruta  rasgos de flota, el segundo no recibe rasgos de culto ( algo sin sentido a esta altura de edición) y si tiene dos reglas , que los otros no tienen. Pueden soterrarse y hacer DR,  y pueden sacrificarse por sus líderes, actuando de escudos xenos . Esas dos reglas extra no compensan ni de lejos, el que unos son línea (objetivo seguro) y los del culto, elite y el no tener traits ( quizá los tiranidos no son muy buenos, exceptuando Kraken, pero los de culto si lo son ). Entonces ¿qué lógica me guía a plantearme  incluirlos en mis futuras listas de culto?. Las sinergias que tienen con el resto de unidades del ejército. Los pura sangre se benefician de buenos poderes psíquicos y auras de los personajes, que los de flota sueñan con conseguir y de momento ni se acercan. Varias formas de mejorar su fuerza o el número de ataques, bonos para impactar, de no hay dolor, +1 a la carga o al avanzar. En general son mas matones que sus primos, pero menos móviles sobre el tablero. La verdadera razón de su no comparecencia en las listas del culto, son los aberrantes ( que son mas duros, pegan mas y si se benefician del rasgo de credo).

                Precio, sinergias y reglas propias, son las características de una unidad a tener en cuenta a la hora de valorar si nos interesa pagar por ellas. Todas ellas son decisiones administrativas y tácticas, pero no estratégicas. Las misiones y la forma en que vence o puntúa, son las verdaderas tiranas de la edición. En ediciones previas, las misiones daban bastante igual. La  asolación proporcionaba  la victoria absoluta, sin importar nada de lo transcurrido en los turnos jugados. Matar era bueno. La puntuación iba tan relacionada con la mortandad, que  trabajar a favor de los objetivos de la misión, era muy secundario y menos fructifero. Destruir una unidad enemiga  en primer turno, ejecutar al señor de la guerra enemigo y que el tuyo no fenezca, puntos por aniquilación, por matar más que el adversario. En octava y gracias a las misiones ITC, empezó a verse la importancia de que cada turno, tuviera relevancia en el resultado final de la partida. Si jugabas 6 turnos, muchos ejércitos hacían lo imprescindible en el control de objetivos y pasaban 3 o 4 turnos arrasando , machacando y eviscerando al adversario. Disfrutando de los dos últimos turnos para tomar un picoteo, y darse un paseo hasta los objetivos reales de la misión, si era necesario, mientras escuchaban los lamentos de los poco supervivientes que le pudieran quedar al adversario. ITC planto el germen  de la misión también es importante, y empezó a dar puntos por hacer lo que te habían mandado hacer (que cosas). No se querían pasar, lo equilibraron con la matanza. El desequilibrio entre matar y conquistar, venia con las misiones secundarias (había más de matar y eran más fáciles, no arriesgabas nada para conseguirlas). Los jugadores de WH40K, quizás no seamos tan inteligentes como los de ajedrez u otros juegos de estrategia, pero nos adaptamos a los cambios  mejor que todos ellos juntos  y dándoles ventaja. Al poco ya había listas para aniquilar todo, y obtener una cantidad más o menos fija de puntos por controlar campo de batalla, sin arriesgar y compensando cualquier ventaja, que mi adversario pretendiera obtener por un mayor control de mesa y objetivos. Destruir  seguía siendo la opción.  Por fin llego novena y gran cambio. Matar ya no iba ser lo más importante de este juego. Lo esencial seria obtener puntos y para eso habría que jugar las misiones. Las primarias eran por controlar marcadores de objetivos y las secundarias, a elección del jugador, tenían varias temáticas, pero solo de matar había pocas e iban a contraturno (si no la cobrabas cada turno, perdías los puntos).  Para rematar la jugada, apareció la ingeniería  de construcción de listas, que generaban ejércitos funcionales pero con la cantidad de monstruos, vehículos, monstruos y unidades para que nuestro adversario se viera forzado a elegir otras misiones, si quería alcanzar un tanteador elevado. (Tres personajes dan 9 sobre 15, dos vehículos daban 6 y ahora dan 4). Es jugar con menos opciones de base.

                Si tu monstruo mata mucho y es prácticamente inmortal, pero no genera puntos, vas a seguir perdiendo. Si tu unidad tiene un coste algo más elevado de lo que debería, y sus  dotes para la matanza son los mismos que  tienen los osos amorosos,  pero es rápido  o tiene alguna virtud que le permita hacer misiones, es muy probable que entre en las listas y den partidas. El ejemplo mas claro, son los lictors.  No matan , a duras penas sobreviven, pero tienen DR, hacen misiones y aunque valen 37, la mayoría de los jugadores tiranidos los pagamos sin dudarlo para incluirlos en nuestras listas.

1.       Capacidad para generar puntos

2.       Reglas propias

3.       Sinergias con otras unidades

4.       Coste

Así es como se queda la lista de características o prioridades. Nos vemos dentro de poco hablando de misiones secundarias, y si merece la pena de variación de costes y misiones . No seáis gante y pensar por vosotros mismos. El meta lo hicieron  un vago y uno que quería ganar engañando al resto.

               


viernes, 7 de mayo de 2021

WARBOSS KURGAN, DETECTIVE ORKO AL SERVICIO DE LA COMUNIDAD




    Entrada corta, y solo para compartir el descubrimiento. Este Jefazo, se da el curro de semanalmente y en ocasiones a diario, de subir la foto de la maquina de rumores de GW. Eso en si no es dificl, solo exige un poco de constancia. El detalle de calidad es que las empareja con las novedades cuando salen. 

    Esta muy chulo ver  el histórico de la producción de los de Nottingham y  el arco temporal desde que anuncian algo en el Rumour engine hasta que sale en las tiendas. Que lo disfrutéis


WARBOSS KURGAN


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