Esta tarde en ausencia del
Tendero fullero, Rogelio “artista del mal desinteresado” se encargará de realizar el sorteo de la liga de septiembre-octubre de
WH40k en Estalia. Como de participantes y listas aun no podemos hablar, me gustaría
comentar la primera misión “rescate”.
Cuando jugamos Reliquia, el orden esta mas o menos
claro. Buscar primera sangre , tratar
de apoderarse de la reliquia (si esta
en tus posibilidades), o destruir la tropa del adversario y si se tercia ,
asesinar a su Señor de la Guerra, que
sería otro punto para la tranquilidad, y si es posible, como remate de faena, colar
alguna unidad en los turnos finales en la zona de despliegue del enemigo y obtener
rompefilas. No he contado nada nuevo,
es el proceso natural de casi cualquier partida. Reliquia al estar el objetivo
emplazado en el mismísimo centro del
tablero y disputando solo tres puntos en la partida (sin las misiones
secundarias), toda esta secuencia esta mas predeterminada que en el resto de las misiones. De hecho primera sangre es fundamental y decisiva
en muchas ocasiones. Es suficiente un
tiro de suerte y destruir un transporte o una unidad pequeña y ahora a verlos
venir, mientras te aseguras que nadie se apodera de la reliquia.
Que estuviera tan claramente definida
la estructura de la partida, fue la razón que me empujó a robar una idea del Altar de la Guerra, no recuerdo si del
Marines espaciales del caos o Ángeles oscuros y adaptarla a nuestra forma de
juego
.
En lugar de un único objetivo, tendríamos
uno vital y otros dos de menor relevancia, que llamaremos menores, que al menos
estén separados 12UM entre ellos y 6UM de los bordes. Eso alteraría un poco la misión, pero si a la hora de desplegar
el ejército, no supiésemos cual es el
objetivo vital y cual los menores, entonces
si estaríamos ante un nuevo problema y obligaría a usar más unidades de Tropa. Con dos unidades no puedes controlar los tres objetivos, y si
al desplegar fallan tus predicciones, ya te toca correr y exponer las unidades.
Mejor trabajar con más tranquilidad y
meter al menos 3 unidades que puedan recoger los objetivos. Solo esta variación trastoca el despliegue y desarrollo clásico de reliquia.
Dejando solo, acabar con el Señor de la Guerra enemigo como
secundaria y dando un punto de victoria adicional, por cada uno de los
objetivos menores, se acabó el disparar desde el fondo sin dar la cara o el
esperar a los últimos turnos para disputar los objetivos. La partida sobre el
papel (en los campos de pruebas ) es divertida y farrullera, con tropas que se manchan para hacer su
trabajo y no están seguras de que el plan vaya a funcionar, porque no hay demasiado
espacio para los errores.
Tengo que hacer una aclaración en
el foro. Una misma unidad puede transportar más de un pedazo reliquia, pero una
miniatura solo podrá portar una. Así que unidades como el tervigon solo podrán coger una y los
gantes mientras tengan minis hasta los tres objetivos. Esta difícil pero todos
hemos visto ya cosas raras en los tableros y creo que está bien prevenir.
No hay comentarios:
Publicar un comentario