La más divergente de todas las misiones, es con mucho la Reliquia. Hace ya meses que no la juego. Desde que salió vórtice, perdí todo interés en las misiones que solo tienen importancia al final de la partida. Demasiado fáciles, predecibles y desequilibradas. En específico, esta misión si cabe, está un poco más desnivelada que el resto. Si las motos y los vehículos pueden hacer turbo, si los retrocohetes tau, los destructores necrones y las motos eldar pueden hacer su movimiento adicional en la fase de asalto, que sentido tiene prohibir solo correr. Que en sexta no lo vieran tiene su perezosa lógica, pero en séptima es irracional.
La expedición a Talavera y el TDA me han hecho repasar las reglas para esta misión otra vez, ya que el mantra de moda “en Sevilla lo juegan así” me estaba matando, y no por que tenga nada en contra a los de la capital de la comunidad, es que la pereza de no leer las reglas me enerva. El dicho Estaliano” para que mirar las reglas si podemos discutirlas” tiene muchos seguidores. Me lleve una gran sorpresa, esta misión es ahora bloodbowl.
Como era en Sexta y como es séptima
Un objetivo en el centro del tablero, que podían recoger sólo las unidades que pudieran puntuar, como ahora en séptima. Con la terrible salvedad que en la edición pasada, la línea y algunos privilegiados, eran las únicas unidades con esa regla. En la actual todo puntúa salvo excepciones. Ahora señores del capítulo inmortales cabalgando en motos hiperestables, videntes a lomos de motos a reacción eldar,rebaños de kaudillos motorizados , caballeros espectrales o unos escarabajos necrones, pero no un dread orko con 4 brazos, pueden transportarla vital reliquia. A primera vista estamos igual que antes o peor.
He visto jugar esta misión de una forma muy extraña, que rompe por completo el concepto del escenario. Si una unidad se encuentra a distancia de controlar el objetivo,impide que cualquier unidad adversaria la recoja. Con la regla de objetivo seguro, se abrían las posibilidades y dependiendo que miniaturas tenían o no la regla, se la podían llevar o la tenían que dejar donde estaba hasta eliminar cualquier oposición. Cambia mucho , muchísimo la partida. Salvo los marines, los codex nuevos no juegan casi con OS, asi que desplazabas una unidad para controlar el objetivo y adversario hacia lo mismo y cuando no quedaba nadie para discutir, alguien que aún estuviese de pie alzaba la reliquia
Eso no es lo que pone el manual. Es un objetivo más, movible y la primera miniatura no vehículo que la toque, que pueda puntuar, al final de su fase de movimiento la recoge. Eso no significa que si acaba la partida es suya. Gran diferencia con sexta.
La partida durará los turnos que la suerte indique, y la reliquia puede cambiar de manos o caerse al suelo, pero al final de la batalla, se comprueba quién lo controla y si dos valientes guardias de un destacamento de armas combinadas, están a menos de 3 pulgadas del avatar eldar, que porta en una de sus manos tan preciado objetivo, los tres puntos son para la Gloriosa. Tener la Reliquia solo te da la ventaja de desplazarla hacia terreno más ventajoso, o la posibilidad de cederla a unidades más adecuadas. En sexta tenerla al final de la partida era ganar, ahora en séptima se puede discutir. Una misión con tres reliquias tiene que estar muy bien.
Es un cambio y creo que los marines vuelven a salir ganando pero ahora le veo más estrategia, un poco más, no mucha de momento. con suerte me toca jugarla mañana contra Fer y sus necrones decurionistas sin objetivo seguro, y vemos si hay diferencias entre las teorias de despacho y colacao, con tableros y dados.